Un total de 20 trabajadores han perdido ya su empleo. Con el apoyo del PSOE, piden unificarse con la Ley de Dependencia.
Los trabajadores de la empresa Cepas, concesionaria de la ayuda a domicilio en la capital, han visto como la grave competencia de la Ley de Dependencia les ha dejado no sólo sin clientela, sino también sin trabajo. Ya se han producido 20 despidos, según le trasladaron los responsables sindicales de la empresa al Grupo Municipal Socialista y la única opción con la que cuentan para no engrosar las listas del paro es que el servicio se unifique con el que ofrece la ley estatal.
En este sentido, la concejal socialista Inés Plaza, quien ayer recibió a los afectados por las reducciones en la plantilla, mayoritariamente mujeres, recuerda que existe ya una moción aprobada por los grupos mayoritarios en el Consistorio en la que, el pasado mes de mayo, con la que se pretendía unificar los servicios.
Para recordarlo, la edil se encuentra en pleno proceso de redacción de una nueva moción, que evite que se produzcan nuevos despidos, "y que se apruebe lo que ellos mismos firmaron a través de una moción en mayo, cuando nosotros sacrificamos una moción en la misma materia para que tuviera el texto del PP a favor de la Ayuda a domicilio el máximo respaldo".
Tras más de un año en los que la situación laboral de Cepas no ha cambiado, las trabajadoras han vuelto a salir a la calle y el pasado lunes se plantaron ante el alcalde en la celebración de la lectura del manifiesto del Día de la Mujer. Pretenden mantener reuniones con distintos colectivos y abrir nuevas vías de presión contra la decisión ya anunciada por el concejal portavoz del Grupo Popular, Pablo Venzal, de mantener el servicio separado durante otros dos años.
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